Ideas varias para el mensaje tomadas de Libro Josh Macdowell En busca de la certeza)
Solo tenemos 2 alternativas creer que fuimos creados por un accidente Cósmico y todo lo que existe es obra de la causalidad o creerle a Dios y ver manifestado su existencia real en nuestra vidas.
Cuando cualquier persona, un ateo, naturalistas, o los evolucionistas etc. sacan a Dios del universo, todo pierde su significado. Sin Dios estamos solos y desprotegidos en un universo agonizante que no tiene plan ni propósito.
Sin Dios, la existencia de la humanidad no tiene sentido y la posición humana no tiene esperanza.
Si no somos el producto de un creador, solo somos maquinas accidentales programadas con reflejos y respuestas que nos llevan a hacer cualquier cosa. Sin Dios la libertad no tiene significado, la responsabilidad no tiene significado, la bondad, el heroísmo, la justicia y el amor carecen de significado.
Tampoco tiene significado el odio, la mentira etc.
En un universo accidental somos apenas grupos temporales de átomos sin mayor importancia que cualquier otro grupo, una piedra, un bicho etc. Desde este punto de vista, no somos más que bultos de materia sin objeto, flotando en el vacío del universo sin sentido.
Si somos un accidente, que importancia tiene las horas, los días, los años.
Cuando Dios nos dice que fuimos creados con un propósito muy claro:
Isaías 43:7
todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Las personas no rechazan a Dios debido a los hechos y a la lógica, lo rechazan porque escogen hacerlo.
Tienen miedo de Dios y no les gusta la idea de su autoridad por encima de la vida humana. Saben que una vez que admitan su existencia, tendrán que admitir su responsabilidad ante el y quieren mantener su autonomía.
Los ateos lo único que buscan es defender su erróneo concepto de libertad y huir de Dios.
La Biblia nos dice que el hombre creyendo ser sabio se hizo necio. Y que el ser humano no tiene excusas para no creer en la existencia de Dios.
Romanos 1:19 y 22
19 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
22Profesando ser sabios, se hicieron necios,
El Salmo 14:1 también nos habla de esta situación.
Salmo 14:1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
Tú y yo no somos un accidente o producto de una evolución ciega y sin sentido. Sino creaciones de Dios, creados a su imagen para señorear la tierra.
Génesis 1:26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Dios nos conoce y tiene planes para cada uno de sus hijos y para nuestro futuro.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Todas aquellas personas que den un paso hacia el naturalismo o evolucionismo no encontraran respuestas a las preguntas que todo ser humano llega a hacerse al tener un vacío en su corazón.
¿Quién soy?
Soy el producto de fuerzas aleatorias que operan sin sentido sobre la materia que se creo sola. En realidad no soy ni muy diferente ni más valioso que una piedra, un insecto o un árbol o cualquier otro objeto del universo.
¿Para que estoy aquí?
Puesto que el universo es el resultado de un accidente cósmico, sin un propósito definido y como yo también soy resultado de un evento sin sentido no tengo ningún propósito.
¿Hacia donde voy?
El destino implica una dirección determinada y como el universo es accidental, yo también y estoy condenado al olvido.
Obviamente estas respuestas son insatisfactorias hay una pieza faltante y esa pieza es Dios.
“El corazón humano puede encontrar paz solo cuando Dios que nos ama tan profundamente lo llena en el amor de Cristo”.
Cuando cualquier persona, un ateo, naturalistas, o los evolucionistas etc. sacan a Dios del universo, todo pierde su significado. Sin Dios estamos solos y desprotegidos en un universo agonizante que no tiene plan ni propósito.
Sin Dios, la existencia de la humanidad no tiene sentido y la posición humana no tiene esperanza.
Si no somos el producto de un creador, solo somos maquinas accidentales programadas con reflejos y respuestas que nos llevan a hacer cualquier cosa. Sin Dios la libertad no tiene significado, la responsabilidad no tiene significado, la bondad, el heroísmo, la justicia y el amor carecen de significado.
Tampoco tiene significado el odio, la mentira etc.
En un universo accidental somos apenas grupos temporales de átomos sin mayor importancia que cualquier otro grupo, una piedra, un bicho etc. Desde este punto de vista, no somos más que bultos de materia sin objeto, flotando en el vacío del universo sin sentido.
Si somos un accidente, que importancia tiene las horas, los días, los años.
Cuando Dios nos dice que fuimos creados con un propósito muy claro:
Isaías 43:7
todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Las personas no rechazan a Dios debido a los hechos y a la lógica, lo rechazan porque escogen hacerlo.
Tienen miedo de Dios y no les gusta la idea de su autoridad por encima de la vida humana. Saben que una vez que admitan su existencia, tendrán que admitir su responsabilidad ante el y quieren mantener su autonomía.
Los ateos lo único que buscan es defender su erróneo concepto de libertad y huir de Dios.
La Biblia nos dice que el hombre creyendo ser sabio se hizo necio. Y que el ser humano no tiene excusas para no creer en la existencia de Dios.
Romanos 1:19 y 22
19 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
22Profesando ser sabios, se hicieron necios,
El Salmo 14:1 también nos habla de esta situación.
Salmo 14:1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.
Tú y yo no somos un accidente o producto de una evolución ciega y sin sentido. Sino creaciones de Dios, creados a su imagen para señorear la tierra.
Génesis 1:26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Dios nos conoce y tiene planes para cada uno de sus hijos y para nuestro futuro.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Todas aquellas personas que den un paso hacia el naturalismo o evolucionismo no encontraran respuestas a las preguntas que todo ser humano llega a hacerse al tener un vacío en su corazón.
¿Quién soy?
Soy el producto de fuerzas aleatorias que operan sin sentido sobre la materia que se creo sola. En realidad no soy ni muy diferente ni más valioso que una piedra, un insecto o un árbol o cualquier otro objeto del universo.
¿Para que estoy aquí?
Puesto que el universo es el resultado de un accidente cósmico, sin un propósito definido y como yo también soy resultado de un evento sin sentido no tengo ningún propósito.
¿Hacia donde voy?
El destino implica una dirección determinada y como el universo es accidental, yo también y estoy condenado al olvido.
Obviamente estas respuestas son insatisfactorias hay una pieza faltante y esa pieza es Dios.
“El corazón humano puede encontrar paz solo cuando Dios que nos ama tan profundamente lo llena en el amor de Cristo”.
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