martes, 4 de diciembre de 2007

1ª de Pedro 2:21

Meditacion por: Marcel Martinez
En 1ª de Pedro 2:21 se da una conclusión de lo que se viene hablando desde 1ª P. 2:11 en donde se les da recomendaciones y exhortaciones a los cristianos, diciéndoles que es lo que deben hacer y como comportarse. Es decir todo eso es parte de “seguir sus pisadas”

Para “seguir sus pisadas” es necesario dejar a un lado todo lo malo que pueda afectarnos y estar dispuestos a “AFRONTAR LO QUE SE VENGA” (Mateo 16:24)
El lema del cristiano que quiere seguir a Jesús debe ser “NO IMPORTA LO QUE SE VENGA”, es decir, consecuencias, tribulaciones; no permitir que eso nos afecte , sino estra firmes y permanecer en la fe (Hechos 14:22, 1ª Tes. 3:3, 1ª Tim. 3:12).
“¿CÓMO YO OS HE HECHO, VOSOTROS TAMBIEN HAGAIS?” (Juan 13:15).
¿Qué hizo el mientras fue hombre?. “Hizo bienes”. ¿Qué tipo de bienes que también nosotros como hombres podamos hacer?. “Predicar el evangelio, servir a los demás, dar buen testimonio, etc etc. (1ª Juan 2:6)

“TODO EN LA VIDA CUESTA, SOLO LA SALVACIÓN POR MEDIO DE JESUS ES GRATIS”. El seguir a Cristo cuesta, a unas personas muy poco a otras tal vez mucho en un principio; pero la relación entre sacrificio-recompensa siempre será infinitamente mayor a favor de la recompensa.

A veces estamos tan acostumbrados o tan ciegos, que no vemos muchas de estas recompensas, tales como
Poder llevar una vida sana, sin vicio, mientras que el resto del mundo no puede
Tener una buena y bonita familia, mientras que en el mundo las familias se destruyen
Tener salud espiritual, mientras que el mundo tiene la mente pervertida
Conocer y tener una relación con el creador de todo lo que existe, mientras que le mundo piensa que es un honor conocer a una personalidad (Presidente, deportista, artista, etc). Nosotros tenemos el honor de conocer al Absoluto.
Entre otras muchas mas
¿Quién se detiene un segundo a pensar en esas cosas?. Casi nadie, porque todos las vemos como normales, mas sin embargo si las analizamos sabremos que son milagros del Señor en nuestras vidas.

Por otra parte vemos en 1ª P. 2:21 que gracias a su injusto padecimiento somos muertos al pecado (v. 24), vivimos en justicia (v. 24), volvimos a nuestro pastor (v. 25).

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